EL DESTINO FINAL DE LAS MASCOTAS EN EL ÁREA METROPOLITANA DE CARACAS.

Aún cuando existen regulaciones respecto a materias ambientales, existen algunas contradicciones en lo referente al destino final de ciertos residuos orgánicos. Se observa, en cuanto al Tratamiento y Disposición Final de estos residuos, que en el Área Metropolitana de Caracas, no existen instalaciones operativas que ofrezcan un servicio para el Destino Final de materias patológicas, patogénicas, psicotrópicas y otros elementos bioorgánicos.

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De tal manera se podría señalar que la sociedad caraqueña no cuenta con una organización pública o privada que de respuesta a un problema que muchas veces pasa inadvertido.

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En este caso podríamos mencionar las mascotas y/o los animales domésticos que fallecen naturalmente, por accidente, o por la eutanasia que se le aplican cuando sus condiciones de vida serían de gran sufrimiento.

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Si bien es cierto que en la ciudad se cuenta con clínicas o establecimientos veterinarios atendidos por profesionales respetables que dan respuesta a la salud de las mascotas, no es menos cierto que no existen establecimientos que complementen el ciclo que culmina con la Disposición Final. Es decir: “crematorios exclusivos de uso veterinario”.

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De lo expuesto surge una incógnita a responder: ¿Qué pasa con los restos de nuestras mascotas?

La respuesta presuntamente sería que los restos de esas criaturas van a parar a vertederos de basura, o al relleno sanitario La Bonanza, o quizás son cremados en el cementerio del Este.

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Ahora bien si existen regulaciones sobre materia ambiental:¿Por que la suerte de nuestras mascotas y otros animales es un enigma; sobre todo aquellos animales que mueren por efectos de algún arrollamiento?

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Muchas veces observamos en calles, autopistas de la ciudad, los cadáveres de animales arrollados los cuales no son recogidos y mucho menos tratados, más bien se exponen como trofeos macabros en la vía pública hasta el final del proceso de descomposición.

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¿Será esta la política de salubridad aplicable?

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¿Es esta actitud acorde con la mejora del ambiente?

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No es posible pensar que existen métodos seguros y de mínimo impacto ambiental que dan respuestas a la Disposición Final de animales.

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Una sana política sanitaria sería fomentar establecimientos que permitan la cremación para mascotas, y/o animales domésticos.